La leyenda del Everfree 07

7 Historias de miedo


Timber describió el oscuro bosque que sus bisabuelos habían descubierto. Los árboles crecían cerca unos de otros, los animales se escabullían a través de las sombras, el lago era profundo y tranquilo. Les contó cómo sus bisabuelos sabían que este era el lugar perfecto para el campamento al aire libre que habían soñado y cómo es que se dedicaron a la construcción de éste: el comedor, los muelles, la fogata donde todos estaban sentados.

La voz de Timber disminuyo bastante, como si estuviera compartiendo un secreto peligroso.

—Pero una vez que comenzó la construcción, cosas extrañas comenzaron a suceder.

Una ráfaga de viento sopló a través de los árboles y Fluttershy se estremeció.

—Una noche oscura, cuando el viento aullaba —continuó Timber—, ¡la rama de un árbol se estrelló contra el techo de su choza! Ellos gritaron y salieron corriendo, ¡sólo para ver a una gigantesca criatura levantándose de la tierra!
Los campistas se acercaron. Estaban cautivados.

—Su piel estaba hecha de tierra —dijo Timber—. Tenía el pelo revuelto como las raíces de un árbol, su boca tenía dientes de rocas dentadas y sus ojos eran charcos negros de alquitrán. Pero su aura brillaba como diamante. Dondequiera que iba, dejaba una estela de polvo enjoyado a su paso —se detuvo drásticamente por un momento.

Algunos de los campistas levantaron la vista hacia los árboles que los rodeaban. ¿Podría uno de ellos ser la criatura?

—Trembling, mi bisabuelo, le preguntó quién era y que quería. Con una voz profunda y hueca les dijo que su nombre era Gaia Everfree, un antiguo espíritu que dominaba sobre el bosque, y que mis bisabuelos estaban invadiendo su tierra. Ellos le suplicaron que les permitiera quedarse y construir su campamento, para así compartir este maravilloso lugar con los demás. Gaia Everfree finalmente aceptó, diciéndoles que dejaría el bosque y les permitiría construirlo, por lo que se ofrecieron a nombrarlo en su honor. Pero antes de irse, les advirtió que no serían capaces de mantenerlo para siempre. Algún día regresaría y utilizaría todas las fuerzas de la naturaleza para reclamar el bosque como suyo.

Timber les contó a los campistas cómo Gaia flotaba sobre el suelo, convocando a los vientos, elevando las olas del lago, y enviando rayos y truenos desde cielo. Cuando desapareció, dejó atrás un rastro de polvo tan brillante como las joyas.

Fluttershy pasó saliva, Spike se acurrucó más cerca de ella e incluso el corazón de Rainbow latió más rápido.

—Ella mantuvo su palabra —dijo Timber—. ¡Hasta ahora!

Rarity se quedó sin aliento.

—Cosas extrañas siguen ocurriendo en todo el campamento. ¿Y quién sabe? Podría ser el viento aullando, o el grito de un espíritu. Pero si ven un rastro de polvo brillante, sabrán que es el retorno de Gaia Everfree.

Nadie se movió. Todos estaban asustados. Un arbusto cercano comenzó a crujir. ¡Fluttershy gritó!

Gloriosa salió de entre unos arbustos desaliñados, quitándose las hojas de su pelo.

—¡Hola, chicos! ¡Lo siento! No fue mi intención asustarlos.

Sunset frunció el ceño.

—¿Entonces por qué salió de los arbustos?

—Tomé la ruta escénica porque el bosque es precioso por la noche. Pero nadie más debería hacerlo sin un guía. ¿De acuerdo? —su sonrisa desapareció e inesperadamente se veía seria—. Muy bien, todos, es hora de ir a sus tiendas.

Snips se dirigió de manera vacilante hacia donde se encontraba Gloriosa.

—¿Tiene cepillos de dientes adicionales? Olvide el mío.

—Claro que sí —añadió Gloriosa—. Voy a traer uno para ti.

Snails se colocó cerca de Snips.

—Tengo miedo de la oscuridad. ¿Tiene linterna?

—¡Por supuesto! Yo me encargaré. —Gloriosa estaba lista para todo.

Fluttershy miraba al fuego, congelada de miedo.

—¡Fluttershy, Fluttershy! —ladró Spike—. Vamos.

—Lo siento, Spike —dijo—. Creo que la historia me caló hondo.

Applejack se encogió de hombros.

—¿Por qué? No puede ser real.

Pero Rainbow no estaba tan segura.

—No sé, Gaia Everfree podría ser una criatura que echaron de Equestria y terminó en este mundo. Eso es lo que sucedió con las sirenas.

Las sirenas eran un astuto trío que llegaron del mundo mágico poni a la Secundaria Canterlot para causar problemas, hasta que Sunset salvó el día.

Pero Applejack no creía que Gaia Everfree fuera algo de qué preocuparse.

—Sonaba más como algo que Timber inventó solo para asustarnos. —Un búho ululó de nuevo—. Por lo menos espero que eso haya sido. Lo último que quiero es que el campamento se arruine por una criatura mágica loca de poder.

—Ya, ya —añadió Rarity—. Hemos tenido que lidiar con más de lo que nos corresponde. En la Gala de Otoño, en nuestro espectáculo musical, en los Juegos de la Amistad…

Twilight se sentía incómoda. Había causado todos los problemas en los Juegos de la Amistad por experimentar con la magia y convertirse en Midnight Sparkle.

Rarity se dio cuenta de que estaba avergonzada.

—Quiero decir, todo resultó bien, por supuesto —se retractó.

—Estoy un poco cansada —dijo Twilight—. Me voy a dormir.

Spike saltó del regazo de Fluttershy y se dirigió hacia la tienda Zafiro con Twilight. Cuando se fueron, Sunset regañó a Rarity.

—Tal vez deberías dejar de mencionar lo que sucedió en los Juegos de la Amistad, creo que sigue bastante sensible al respecto.

Pinkie metió su dedo en un malvavisco tostado y extendió la dulce sustancia pegajosa por toda su boca.

—Nuestros labios están sellados —murmuró.

Luego sacó la lengua y lamió todo el malvavisco. ¡Delicioso!