Soy diseñador. Me dedico al diseño de identidad corporativa, web, editorial, 3D, tipografía, entre otros.
También me encanta la fotografía, aun que aún no soy muy bueno disfruto mucho de esta actividad.
Claro que como la mayoría de diseñadores, el dibujo me gusta mucho; comencé practicando la copia a mano alzada y ahora tengo la capacidad de generar mis propios modelos. Ilustro de todo, por medio de técnicas digitales y manuales; aunque generalmente las categorías de lo que amo interpretar son los autos, todo lo que tiene que ver con el universo, la naturaleza y claro, la anatomía femenina, me fascina.
He tenido muchas otras experiencias pero, sin duda involucrarme en el diseño fue la mejor de ellas.
Todo iba bastante bien con esas cosas hasta que un día me enamoré... Nunca fui de los que acostumbran pasar largo rato frente al televisor pero, en una de esas ocasiones aisladas me encontré con la serie que me marcaría hasta estos días. Era una serie animada llamada “Foster’s Home For Imaginary Friends” En un principio me parecía como otras, algo bizarra sin nada en particular, excepto que identifiqué que estaba construida en el entonces fascinante Flash, ya de Adobe en es momento (creo). Estaba acostumbrado a otra clase de cosas más clásicas y dramáticas como DBZ y Caballeros del Zodíaco; y esta, bueno… llamó mi atención. Los personajes eran muy curiosos y divertidos, matices y contrastes entre colores intensos y desaturados, era algo novedoso para mí y se veía bien.
Al paso de algunos días ya me estaba olvidando de esa serie (como de costumbre) hasta que ella apareció… La chica pelirroja que vestía bastante casual con un suéter verde tan singular, jaja, me pareció demasiado simpática; automáticamente me imantó, no dejaba de verla, me cautivaba todo lo que hacía y decía, cómo se movía; la animación le ayudaba pero, por sí sola en apariencia era fantástica.
En ese momento, pensaba que ella era una especie de muñeca de trapo parlante por el collar negro que siempre lleva, lo interpreté como una costura que unía la cabeza a su cuerpo (me pareció muy tierna esa idea), aunque estaba equivocado, después me di cuenta que era uno de los personajes humanos según la lógica de la serie... fue como si alguien la hubiera colocado allí, con la intención de averiar mis sentimientos. Era la primera vez que no quería que la serie terminara y sentí una sensación de vacío cuando acabó.
Luego, el entorno de la serie solo me hablaba más de esa chica y se volvió un simple envase; ahora lo que me importaba del show era ella.
Después de eso me gustaba esperar el capítulo de cada día con la intensión ligeramente culposa de volver a verla.
El tiempo fue pasando y pensaba que la olvidaría como todas las cosas que llegan a gustarme un tiempo, que sería algo efímero, pero no, estaba profundamente enamorado de aquél personaje: Frankie (La señorita Frances Foster) es su nombre y hasta la fecha, la recuerdo como esa primera vez.
Desde un principio comprendí que nada podía hacer, solo es un personaje... aunque por dentro moría de ganas por conocerla, es una sensación común cuando descubres a una persona especial, y eso claro, me entristecía.
Siempre me sentí identificado con el personaje; debe ser una cuestión de personalidad, intereses, cosas en común; como si hubiese sido una persona especial que una vez conocí y por alguna razón despareció. Por eso siento un extraño, melancólico e inevitable alineamiento con ella.
Viviendo con esa nueva frustración de no poder expresar mi nuevo sentimiento; tomé mi única arma que es el dibujo y le dediqué mi arte a aquél personaje. Era la única manera de sentirme conectado y es ella lo que representa desde entonces la mayor parte de mi tiempo libre para el arte.
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Un placer!