Siempre me ha gustado preguntar el porqué, aunque no me gustara. Por eso yo siempre intento darlo. Aunque sea un porqué estúpido. Aunque sea un porque sin sentido. Al menos lo das. Un porqué ante todas las preguntas, un porqué a todas las acciones, risas, peleas, preguntas des concertantes, dudas existenciales, o incluso, despedidas. ¿Por qué? Porque quiero, porque se me apetece, porque tengo miedo, porque quiero divertirme, porque no quiero, porque si, porque no, porque el mundo es redondo, porque la gente cambia, porque no quiero más, porque se me apetece, porque te quiero, porque te odio. ¿Por qué? Quien sabe, el porque de verdad. Quie...