Literature
1.1
Con una extensión de unas decenas de kilómetros, Borea era la ciudadela más grande de la flota, con una capacidad militar acorde a su tamaño. Desde su centro surgía la torreta de control, una compleja red de pasillos, salones, escaleras y ascensores, de gran importancia estratégica. Solía viajar, además, con varios cruceros a su alrededor, y ocasionalmente algunas naves menores. Muchos de esos cruceros eran naves más bien antiguas, pero insignes e históricas, siendo más valiosas moral que militarmente.
En una de esas pocas, frágiles, visibles naves menores, se encontraba la familia